La
“tournée” de Sánchez, con Rivera de claque
Por
Isidro Martínez Oblanca
Diputado
por Asturias (FORO)
Me
divierte la lectura de los comentarios que a raíz de mi artículo “Albert
Rivera, salvavidas de Pedro Sánchez”, publicado el pasado 8 de marzo en estas
mismas páginas de El COMERCIO, me dedicó alguna persona que se sintió aludida
intentando atribuir móviles espurios a mi trabajo parlamentario al servicio de
Asturias. A la gente de FORO resulta muy difícil acusarnos de no trabajar por
nuestro país cuando, precisamente por eso y para eso, abandonamos en 2011 el
partido que estaba en el momento cumbre para repartir dádivas y cargos. En
particular, no pueden criticarnos los que se mueven por evidentes intereses
personales, siempre buscando el beneficio propio, apoyando un día a Rosa, otro
día a Javier, al siguiente a Albert y mañana Dios dirá, dependiendo de la
“mesa” (parlamentaria) que se le ofrezca y de las horas bajas de quien le
tiente.
Para
mí lo importante hoy es subrayar que, del paripé que protagonizaron como “gala” estelar en el Congreso las “estrellas” políticas Pedro Sánchez y
Albert Rivera, “tanto monta, monta tanto”,
para acabar cosechando una apabullante derrota, con 219 votos en contra de su
frustrada investidura, han pasado a la etapa de “hacer bolos”, sin más finalidad que la de orquestar una campaña de
imagen, a modo de caja para recaudar votos, de cara a las elecciones del mes de
junio. Todos los días tenemos fotos de reuniones de Sánchez con unos y con
otros, para interpretar “partituras”
como la que habrá dedicado a Carles Puigdemont, a los dirigentes de Podemos o
al mismísimo Tsipras. Son “bolos” de profuso tirón mediático y poco
mensaje, cuyo resultado desconoce casi todo el mundo porque fueron
rigurosamente de acceso privado, lo mismo que la última reunión de Sánchez y
Rivera, en su papel distinguido de claque, en la que algo sobre Cataluña… o sobre un nuevo tripartito se habrá tratado,
supongo.
Pienso
que para trabajar por mi país -el país grande que es España, y el pequeño,
olvidado y marginado, que es Asturias- lo primero que debo de hacer es
identificar sus problemas y preocuparme de encontrar soluciones de cambio,
porque la continuidad de lo que viene sucediendo en los últimos años, o el más
de lo mismo, lleva a ninguna parte; se llame Zapatero el presidente socialista
o se llame Sánchez. En mi opinión, ninguno de los 200 puntos del Acuerdo para
un Gobierno Reformista y de Progreso de PSOE y C’s se ocupa de las soluciones
que reclamamos los asturianos para cambiar nuestro destino. El acuerdo olvida
absolutamente todas las prioridades de Asturias, como ya es tradición de los
gobiernos socialistas. En los 200 puntos del Acuerdo citado no hay referencia
alguna o compromiso relativo a infraestructuras, tampoco sobre agroganadería o
pesca, nada sobre el futuro del carbón en la política energética nacional, o sobre los fondos para las cuencas mineras en
las medidas de solidaridad y cohesión territorial.
De
principio a fin, el Acuerdo programático de Sánchez y de Rivera supone el más
absoluto olvido de nuestras grandes prioridades lo que, de llevarlo a la
práctica desde el Gobierno, significaría para mi país, Asturias, volver al
olvido, a la parálisis inversora, a la desatención de los problemas de los
asturianos, a la decadencia y al atraso, en forma de divergencia en crecimiento
económico y empleo respecto del resto de España.
¿Qué
piensan Pedro Sánchez y Albert Rivera de la situación de Asturias, de las
causas que están provocando nuestro declive y de las medidas a adoptar, como la
reforma del Sistema de Financiación Autonómica que permita asegurar que nuestra
Comunidad no volverá a quedar relegada, mientras
se compensan, con fórmulas más o menos encubiertas -la condonación del
principal y de los intereses de los créditos del FLA es una fórmula
inconfesable- los despilfarros de las Comunidades Autónomas más incumplidoras
de sus obligaciones de estabilidad presupuestaria, como Cataluña, Valencia o
Andalucía? A mí, como diputado asturiano, me interesarían conocer los datos
concretos sobre el Acuerdo entre PSOE y C’s referido a la financiación
autonómica y la financiación estatal de Asturias, pero no dice nada. ¿A quién
no le interesa saber esto?
¿Por
qué en ninguno de los 200 puntos del Acuerdo para un Gobierno Reformista y de
Progreso de PSOE y C’s tampoco se habla para nada de la España Rural y de su
futuro, cuando hay sectores básicos del campo español que, como el lácteo, se
están desmoronando, condenando al campo asturiano a un futuro incierto,
relegado al turismo paisajístico y a solar de residencias de fines de semana,
con cientos de familias obligadas a emigrar a las ciudades para sobrevivir y
encontrar trabajo?
A
la vuelta de Semana Santa tendré ocasión de defender en la Comisión de Industria del
Congreso otra propuesta de FORO sobre la reforma del sistema de fijación de los
precios de la electricidad, que son clave para la competitividad de las
industrias básicas asturianas y españolas (acero, aluminio, zinc, cemento,
cerámica), de las que depende el mantenimiento de miles de puestos de trabajo
en el Principado. Será una buena piedra de toque para medir la voluntad de
trabajo por Asturias de todos, y otra gran oportunidad para pasar de las “musas al teatro”, mientras prosigue la “tournée” preelectoral que protagoniza Pedro
Sánchez, con Albert Rivera de claque.