sábado, 23 de abril de 2016

Rosa Dominguez de Posada, apoyando en Barcelona

La senadora de FORO, Rosa Domínguez de Posada, estuvo ayer viernes en la concentración convocada por la asociación "Salvar el Archivo de Salamanca" en la plaza Sant Jaume (Barcelona) para reclamar al Gobierno catalán el cumplimiento de la ley. La Asociación  entrego en el Departamento de Presidencia las 32.000 firmas recogidas a través de internet que se suman a la petición.
Según el presidente de la asociación, Policarpo Sánchez, el origen del conflicto radica no en el millón de documentos que retornaron a Cataluña en cumplimiento de la ley de restitución aprobada en 2005 por el Gobierno de Rodríguez Zapatero, sino en todos esos legajos que jamás tendrían que haber salido de Salamanca o que ya tendrían que haber sido devueltos. Se trata, explica Sánchez, de documentos de 23 provincias españolas «que nada tienen que ver con la memoria histórica catalana» o de fondos de los que no se ha podido encontrar a las propietarios y que, como establece la ley, la Generalitat debería retornar al Archivo General de la Guerra Civil Española.

viernes, 22 de abril de 2016

"El Pedro del hortelano", por Cristina Coto (presidenta de FORO)

Artículo de Cristina Coto (presidenta de FORO).

El encabezamiento de este artículo podría servir como título de una nueva comedia con trasfondo político, escrita cuatrocientos años después de la archifamosa de Lope de Vega. Y el singular protagonista de nuestros días, que ni come ni deja comer, no sería otro que Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, cuyo paso por la pequeña historia merece un lugar destacado en el teatro de la política celtibérica. Voy a repasar el guion.

Como consecuencia de su debacle en las elecciones generales del 20-D, nuestro personaje era la encarnación viva de un fracaso estratosférico, con los 90 escaños que representan el peor resultado de la historia del PSOE desde 1977. Antes de dejarse cortar la cabeza por sus compañeros o de resignarse al destierro de la calle Ferraz con los suyos, que es lo que haría cualquier dirigente demócrata tras un fiasco tan descomunal, se aferró como salvavidas al mantra del ‘que no gobierne el ganador’ y comenzó una insensata huida hacia adelante. El objetivo no fue otro que sobrevivir por defunción del adversario, y la táctica se basó en maquinar operaciones de gran campeón del diálogo, no importaba con quién y mucho menos importó sobre qué. Amparado en los medios de comunicación afines y utilizando los trucos clásicos del marketing de las imágenes, comenzó sucesivas maniobras para convertirse en presidente, sin importarle ofrecer el perfil de la antítesis del gobernante que necesita España en estas circunstancias: un líder que garantice estabilidad parlamentaria y un presidente con un programa de gobierno bajo el brazo para superar la crisis de crecimiento y del empleo que padecemos.

Pedro Sánchez obtuvo el primer fruto de sus maniobras el día 2 de febrero, cuando recibió el encargo del Rey para someterse a la investidura del Congreso, sin contar con los votos necesarios para superarla con garantías en la primera o en la segunda votación. Pero ya había superado varias semanas en sus objetivos de anular al ganador de las elecciones y de supervivencia, sin que nadie le hiciera sombra, hasta el punto de permitirse aquella ‘boutade’ de «España respiró aliviada con mi designación». El ‘alivio’ de los españoles duró hasta el 4 de marzo y no hubo sorpresas: Pedro Sánchez, con el apoyo siempre inquebrantable de Rivera, resultó rechazado como presidente del Gobierno por una apabullante mayoría de 219 votos. Nunca había sucedido nada semejante en las once ocasiones anteriores en las que Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo-Sotelo, Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy se presentaron como candidatos.

Todo hacía pensar que allí se terminaba la comedia de la ambición de Pedro Sánchez para ser presidente, y se abriría camino la posibilidad de que gobernara una coalición a la europea encabezada por el partido ganador, pero nuestro personaje y sus acólitos, inasequibles al desaliento, orquestaron otra maniobra construida sobre un insostenible triple diálogo de papel, inviable en su propia concepción, pero suficiente para servir de fuente nueva de protagonismo, cerrar el paso al partido ganador, y sobrevivir personalmente unas semanas más, mientras el congreso de su partido se aplazaba ‘sine die’.

Sobrevivir, siempre sobrevivir, por encima de todo sobrevivir, aunque se hunda la economía y el empleo de miles de españoles cuyo futuro depende del impulso político que suministre un gobierno a la europea viable, respetuoso con las urnas, con un programa reactivador, que es mucho más importante para Asturias y para España que los nombres de los ministros que lo apliquen. La nueva maniobra, con ribetes de opereta bufa, tuvo como escenario multitudinario el Congreso de los Diputados el pasado 7 de abril. Otro mes ganado por Pedro Sánchez en su objetivo de que no gobernara el partido ganador de las elecciones, pero otro mes más descontado de su ambición imposible por llegar a presidente.

Es el resumen de una comedia en tres actos cuyo desenlace era predecible tras los resultados del 20 de diciembre. Primer acto, Pedro Sánchez exhibe eufórico el encargo regio de someterse a la investidura como candidato a presidente del Gobierno. Segundo acto, el Congreso de los Diputados en pleno rechaza con sus votos a Sánchez, que no puede gobernar con su aliado Albert Rivera porque el pacto no suma diputados. Tercer acto, Pablo Iglesias le espeta por enésima vez a Pedro Sánchez que no le dará el apoyo si no le entrega como rehén al PSOE, rendido a su funesto programa. Entre fotos en la Feria de Sevilla y en el partido de rugby de Valladolid, el Pedro del hortelano está consiguiendo que los ciudadanos en la calle percibamos cómo se va deteriorando lentamente la incipiente recuperación que disfrutaba España. La escena final es el Pedro del hortelano, que sabe que no gobernará España con sus 90 escaños ni dejará gobernar a otro, en el ocaso de su gira triunfal gritando a quien quiera oírle, como un Borgia resucitado, «O César, o nada».

Todo esto está sucediendo ante nuestros ojos. Nada desearía más que los españoles, mitad perplejos leyendo los medios de comunicación, mitad decepcionados observando los comportamientos de los partidos hegemónicos, hubiéramos aprendido la lección.


(Publicado en El Comercio el 22.04.2016)

El "Céntimo verde" en La Nueva España

"Céntimo verde" en el Congreso de los Diputados. En su edición de hoy La Nueva España da cuenta de la decisiva participación de FORO.

jueves, 21 de abril de 2016

Don Miguel de Cervantes


Este mediodía con Don Miguel de Cervantes momentos antes de que entrase en el Hemiciclo del Congreso de los Diputados para presidir la sesión con la que se recordó el IV Centenario del fallecimiento del autor de El Quijote.

Un Miguel de Cervantes interpretado por el actor Manuel Tafallé ha presidido hoy la sesión con la que el Congreso de los Diputados ha rendido homenaje a nuestro escritor más universal en el IV Centenario de su muerte. Entre los actos organizados por la Cámara con motivo de la Semana de Cervantes, una lectura musicada de El Quijote en la que músicos y actores han ocupado la tribuna y el centro del Hemiciclo.


El hilo conductor de la lectura ha sido el concierto del "Burleske de Quixotte", de George Phillipp Telemann, interpretado por la orquesta barroca "La Spagna", que se ha intercalado con la lectura de piezas de "El Quijote" por parte de los actores Josep María Pou, José Luis Gómez, José Mota, Cuca Escribano y Marisa Paredes; y las actuaciones de Miguel Poveda, y del Grupo Ron Lalá.

Una vez concluida la lectura dramatizada, el presidente de la Cámara y la Mesa a la cabeza, han acudido a la estatua de Cervantes situada en la plaza de las Cortes, frente a la puerta de los leones, para hacer una ofrenda floral, un homenaje que ya se realizó con ocasión del III Centenario (1905) de la publicación de "El Quijote". 


El "céntimo verde" en la prensa asturiana

Información publicada en El Comercio sobre el "céntimo verde" para el carbón español. El periódico La Nueva España relegó el asunto a su edición de las cuencas e ignoró completamente a FORO.

miércoles, 20 de abril de 2016

Investigación voto CERA: Diario de sesiones

"Céntimo verde". Diario de Sesiones.

Aprobada la enmienda de FORO sobre el carbón

 
•“La enmienda de FORO aprobada en la Comisión de Hacienda sale en auxilio de la crítica situación de la minería del carbón para hacer competitivas nuestras explotaciones y favorecer la continuidad de los puestos de trabajo”
 
•“El ‘céntimo verde’ es un mandato al Gobierno porque es el único interlocutor con la Comisión Europea en materia de ayudas”
 
•“Si renunciásemos a la explotación del carbón, España perdería ‘soberanía energética’ lo cual añadiría más dependencia de fuentes externas que hay que comprar al precio que fijan otros países

martes, 19 de abril de 2016

El Grupo Mixto del Senado

La senadora de FORO, Rosa Domínguez de Posada, en una reunión que el variopinto Grupo Mixto de la Cámara Alta celebró en el día de hoy

Prescripción Enfermera

Esta mañana fui el portavoz del Grupo Mixto en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales lo que me obligó a intervenir en los diferentes asuntos tratados en la reunión que duró cinco horas. Por razones obvias me apliqué con especial entusiasmo en las proposiciones para derogar el Real Decreto sobre prescripción enfermera. Esta fue mi intervención:
Señor presidente:

Permítame una breve incursión personal. En 1978, con el aire fresco de la Constitución, descubrí que tenía ciertas aptitudes para la enfermería mientras hacía la mili en el enorme establecimiento sanitario del ya desaparecido Hospital Militar de Barcelona. Desde entonces, Escuela Universitaria de por medio, han sido varias las décadas de ejercicio profesional forjado en el resolutivo Hospital gijonés de la Cruz Roja, en una Mutua de accidentes de trabajo, así como en varios destinos ocasionales como el sencillo consultorio de Salud donde a los enfermeros, aunque ya veníamos de la universidad, todavía se nos llamaba “practicantes” y hervíamos las jeringas de cristal en un ebullidor.

Naturalmente, con semejante bagaje a cuestas –que se duplica por vía conyugal- ya expreso de antemano mi inequívoco respaldo a las dos Proposiciones instando a la Derogación del Real Decreto 954/2015 que, tras su entrada en vigor a finales del pasado año, el 24 de diciembre, impide a los profesionales de enfermería usar, indicar o autorizar la dispensación de medicamentos, fármacos y productos si antes no hay prescripción de un médico, ya que hacerlo podría entenderse como intrusismo profesional, lo que está tipificado como delito.

Estas dos iniciativas parlamentarias se unen a los recursos que Comunidades Autónomas, Colegios Profesionales, Sindicatos, Asociaciones de enfermería, Matronas, etc. han planteado para tratar de poner término, cuanto antes, a la situación de inseguridad jurídica, con deterioro asistencial en todos los servicios de salud como secuela del acuerdo del Consejo de Ministros que aprobó el real Decreto y, en su caso, sin cobertura de las aseguradoras.

Señorías, por significativo, hago mío el demoledor diagnóstico que la Mesa de la Profesión Enfermera -que reúne al Consejo General de Enfermería y al sindicato profesional SATSE- realizó sobre esta norma jurídica que –cito textualmente- "supone una traición sin precedentes en la historia de la democracia: modificado a última hora, con nocturnidad, alevosía y sin consultar con la profesión enfermera, y que deja en una situación peor, tanto a profesionales como a pacientes".

Es conveniente señalar que además de vaciar de contenido la prescripción enfermera, se constata la carencia de protocolos o guías validadas legalmente y la necesidad de acreditación para unos profesionales de enfermería cuya capacitación les habilita para participar con eficacia y rigor en el proceso cotidiano de atención a los pacientes y velar por su seguridad y por su salud.  Por lo tanto la prescripción es un útil imprescindible para la tarea de unos trabajadores muy cualificados que forman parte principal, permanente e insustituible del círculo que atiende a un paciente. Con mayor motivo, si cabe, ante el imparable incremento en los países avanzados como España, hacia los enfermos crónicos, por no referirme al envejecimiento de la población que en el caso concreto de Asturias es “ya” un problema de primerísimo orden.

Sin embargo el Real Decreto establece que será necesario que el médico “haya determinado previamente el diagnóstico, la prescripción y el protocolo o guía de práctica clínica y asistencial a seguir” por parte del enfermero. Es decir, se impide expresamente cualquier actuación o decisión enfermera relacionada con estos medicamentos cuando ésta no vaya acompañada de una prescripción médica realizada de forma oficial, es decir con carácter individual, nominativa para cada paciente y donde se especifique claramente cuál es el acto enfermero objeto de atención.
¿Qué significa ésto? Pues que se obstaculiza y se impide el uso de un recurso clave en los cuidados de los pacientes y se traba la toma de decisiones respecto a su proceso de salud. Tengan ustedes en cuenta que la enfermería está siempre presente en el ámbito asistencial y, por lo tanto, las restricciones a su actividad derivadas del Real Decreto inciden en la optimización y coordinación de las herramientas de nuestro Sistema Nacional de Salud.
En el poco tiempo que me resta yo quiero invitar a todos los miembros de esta Comisión a respaldar la Derogación del Real Decreto y se lo pido especialmente a los diputados del Partido Popular porque creo que un acuerdo unánime ayudaría a dar contenido al artículo 79 de la Ley del Medicamento respecto a la participación de la Enfermería en la prescripción de determinados medicamentos sujetos a prescripción médica.

La Enfermería española es de lo mejor de toda la Unión Europea y, por ello, es acogida con los brazos abiertos fuera de España. No es de recibo que ahora se tire por la borda los avances que se dieron en nuestro país gracias, precisamente, al impulso político del Partido Popular, incluso en la pasada Legislatura con una enmienda aprobada por unanimidad en esta misma Comisión, en noviembre de 2012, para regular la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios por parte del personal de enfermería.

Reiterar hoy aquella unanimidad promovida, repito, por el Grupo Popular serviría también para hacer del Foro de las Profesiones que tiene previsto convocar el Ministro de Sanidad en torno a la prescripción enfermera, una palanca de impulso para solucionar esta situación derivada del Real Decreto y que –aparte del desperdicio de recursos en beneficio de los pacientes- ha generado disgusto, desengaño, irritación y malestar entre las enfermeras y enfermeros españoles.



Adopción. Diario de Sesiones

Víctimas de la talidomida. Diario de Sesiones

Vitaldent: Diario de Sesiones

Prescripción enfermera: Diario de Sesiones


Zascandilear

Cuanto más releo las noticias del ‘bolo’ negociador montado en el Congreso de los Diputados por Pedro Sánchez, con Rivera e Iglesias de claque distinguida, más me viene a la memoria la tan repetida cita clásica de Roncesvalles: «entre tanta polvareda / perdimos a don Beltrán». Con la perspectiva que me brinda mi paso por el Ayuntamiento de Gijón, la Junta General del Principado y el Senado, puedo asegurar que nada de lo que estoy viviendo ahora como diputado tiene precedentes, y por eso no salgo de mi sorpresa. En estos años de vida pública aprendí de mis mayores que el fin de la política era resolver los problemas de las personas y de la gente, y construir una sociedad mejor. El diálogo político es solo un medio, pero nunca el fin de la política. Hoy, sin embargo, algunos se están empeñando en que perdamos de vista el fin para desviar la atención sobre el medio: el espectáculo del diálogo. De este espectáculo ha nacido una nueva palabra de uso frecuente en las crónicas periodísticas para describir la labor de un político: el ‘postureo’. ¡Y qué atención mediática está mereciendo para los escuálidos resultados!
 
Sin embargo, por muchos ríos de tinta, horas de radio y programas de televisión que se dediquen a los ‘bolos’ de Pedro Sánchez, con Rivera e Iglesias de claque, los problemas de los españoles siguen cada día más olvidados. En concreto, a los asturianos el INE nos volvió a recordar recientemente que la política socialista situó al Principado como la comunidad autónoma cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se redujo más en España durante los años de la crisis, entre 2008 y 2015. Y, sin embargo, ninguno de los 200 puntos del Acuerdo del PSOE y C’s, ni las nuevas aportaciones de Podemos, se ocupa de las reformas de la política española que necesitamos los asturianos para aspirar a un futuro de progreso.
 
No me cansaré de repetir desde estas páginas de EL COMERCIO y desde la tribuna del Congreso de los Diputados que, por muchas escenas de diálogo con las que nos intenten distraer, la realidad es que a Sánchez, a Iglesias y a Rivera les importa un bledo la financiación de las comunidades autónomas para favorecer la igualdad y solidaridad entre ellas, o el reparto de las inversiones del Estado para que nadie sea menos que los demás; les trae sin cuidado cómo se vertebra España a través de las infraestructuras para evitar las dos velocidades; olvidan los sectores industriales, energéticos o mineros como palancas de crecimiento y de empleo; ignoran la España agroganadera, que es un pilar de nuestra estructura social, y también la marítima con la pesca como fuente de alimentación y riqueza.
 
Los que ganamos en las urnas el 20 de diciembre tampoco podemos aceptar que se olvide el resultado de las elecciones. Ya sé que en un sistema parlamentario se pueden constituir diferentes mayorías. Pero no tiene mejor derecho democrático para reclamar el Gobierno ante los españoles quien obtuvo 90 escaños, o 42 o 40, que quien ganó con 123 diputados. Y desde Foro podemos proclamar, sin que nos afeen contradicción alguna, que esta reflexión vale hoy para formar el Gobierno de España, como servía en 2011 para formar el Gobierno del Principado o en 2015 para formar el Gobierno de Andalucía. El ‘no’ contra las personas como argumento político es un recurso muy viejo en la política española y de muy malos recuerdos como solución a los problemas de los ciudadanos.
 
Pero si Sánchez, Rivera e Iglesias insisten y utilizan exclusivamente las denuncias de la corrupción como doctrina para justificar la formación de un gobierno anti-PP o para sostener una plataforma del ‘no’ contra alguien, que no nos tomen el pelo a los ciudadanos. Aunque en la mayoría de los periódicos nacionales solo mereció una simple columnita en página par, el pasado 4 de abril comenzó en Oviedo el juicio del ‘caso Renedo’ sobre el saqueo, valorado en diez millones de euros, del dinero de los colegios de los niños asturianos, que es uno de los casos que salpican en el Principado a consejeros, alcaldes, gestores culturales, autoridades portuarias y sindicalistas, todos ellos de acreditada militancia socialista. Me gustaría saber si Sánchez, Rivera e Iglesias, en su apoteósica reunión, actualizaron el catálogo nacional sobre la materia que encabeza el PSOE de Andalucía (donde gobierna apoyado por C’s), seguido del PSOE de Galicia, y lo completaron con la lista de casos de corrupción del PSOE de Asturias, o siguieron aplicando la ‘ley del embudo’ para ocultar a los españoles lo que sucede en nuestro solar.
 
Desde el estrépito del petardazo político, sin precedentes en España, de la fallida sesión de investidura de Pedro Sánchez celebrada hace un mes, me resulta más difícil de entender, cada día que pasa, la expectación mediática que despierta esta campaña de falsos diálogos, basados en contratos de adhesión a unas propuestas, entre el PSOE, C’s y Podemos, diseñada por sus gabinetes de ‘agitprop’ para recaudar votos ante las elecciones del mes de junio, y no realmente para formar el gobierno estable que hace falta. Y mucho menos para redactar y ejecutar el programa que solucione los problemas de los españoles, que es lo verdaderamente importante. Lo que entiendo muy bien y tengo cada día más claro es que tenemos en nuestro idioma castellano un verbo muy preciso y castizo para definir con una sola palabra este comportamiento de los líderes de los tres partidos perdedores de las elecciones: zascandilear.
 
(Publicado en El Comercio el 19.04.2016

Zascandilear. Artículo en EL COMERCIO