miércoles, 30 de marzo de 2016

Intervención en defensa de la Industria Básica española

Congreso de los Diputados
Comisión de Industria, Energía y Turismo
Martes, 29 de marzo de 2016

-PROPOSICION NO DE LEY RELATIVA AL ESTABLECIMIENTO DE UN NUEVO SISTEMA DE SUMINISTRO ELÉCTRICO DE PRECIO COMPETITIVO, ESTABLE Y PREDECIBLE PARA FAVORECER LA COMPETITIVIDAD DE LAS INDUSTRIAS BÁSICAS ELECTRO-INTENSIVAS. PRESENTADA POR FORO (GRUPO PARLAMENTARIO MIXTO).

El señor PRESIDENTE: (...) Por el Grupo Parlamentario Mixto interviene el señor Isidro Martínez Oblanca.

El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Señor presidente, muchas gracias.

Muy buenos días a todos. En coherencia con el programa electoral de mi partido y dando continuidad a las propuestas que ya formulamos la pasada legislatura en las Cortes Generales, he promovido que mi primera iniciativa presentada ante esta Comisión de Industria, Energía y Turismo, sea relativa a una cuestión muy importante por la que Foro Asturias viene trabajando desde que comenzamos a tener representación en las instituciones democráticas. Se trata de una proposición no de ley que responde a un problema crucial para el mantenimiento de los miles de puestos de trabajo, estables y cualificados, directos e indirectos, que dependen de la industria básica española. Queremos, en definitiva, evitar procesos de desmantelamiento que además arrastrarían a comarcas enteras, cuya población gira en torno a industrias y centros de producción de gran consumo electro-intensivo, es decir, metalurgia, siderurgia, cemento, química, aluminio, cinc, cerámica, etcétera. Estamos hablando, por tanto, de un gran impacto social y económico, cuestión de inequívoco interés general. Siendo muy importante para Asturias, esta no es una iniciativa que se circunscriba solamente a mi comunidad de origen, sino al conjunto de España y singularmente a aquellos territorios con un sector industrial muy potente. Este es un asunto de política nacional, al tratarse de industrias y trabajadores que dependen de que el Gobierno establezca de una vez unos costes energéticos homologables para competir con los países europeos.

La proposición no de ley tiene tres puntos y se basa en el fomento de nuestra competitividad, tomando como referencia lo que ya se está haciendo en Europa mediante diferentes esquemas de reducción de costes y, sin ir más lejos, en aplicación de las directrices sobre ayudas estatales en materia de protección de medio ambiente y energía 2014-2020, que fueron publicadas en el Diario Oficial de la Unión Europea a finales de junio de 2014. Planteamos la homologación y la adaptación del mercado energético nacional a lo que ya se está haciendo en Europa, como es el caso de Alemania o Francia, países cuya producción industrial compite con la nuestra, porque queremos que en España se apliquen medidas relativas al suministro eléctrico a un precio competitivo, estable y predecible, tanto en lo referente al resultado del mercado eléctrico como a los costes regulados y carga fiscal. Es decir, pretendemos que en España se disponga de unos costes energéticos semejantes a los que se obtienen en otros mercados. Y todo ello con el objetivo de que nuestras industrias logren una estructura de costes que haga posible competir en igualdad de condiciones con las europeas.

Como señalé al principio, este asunto ya fue objeto de atención en la pasada legislatura por iniciativa de diferentes grupos parlamentarios y partidos políticos, entre ellos Foro, para corregir la deriva de los precios de la electricidad iniciada en 2008, y también la insuficiencia de las posteriores medidas para afrontar lo que se dio en llamar entonces el tarifazo. Fueron propuestas parlamentarias tendentes a conseguir tarifas eléctricas competitivas y estables, para que los diferentes sectores industriales y empresas pudieran disponer de una base sobre la que aplicar estrategias y planes, que no estén sometidos periódicamente a la incertidumbre y que les permitan competir en condiciones de igualdad con sus homólogos en Europa y en el mundo.

Señorías, la situación actual de nuestra industria electro-intensiva es muy sencilla de describir. Tomemos, por ejemplo, el aluminio, el acero o el cinc, que se venden en un mercado global que es el que marca los precios a nivel internacional. Sin embargo, los costes de la energía que se precisa para la producción de estos materiales, están señalados por el mercado nacional que es el que regula el Gobierno de España. Y es aquí donde se aprecian las sensibles diferencias de tratamiento de unos Gobiernos y otros. Basta tomar como referencia los datos más actualizados de Eurostat, en los que se refleja que el coste del kilovatio hora industrial en España es de 0,117 euros, a expensas siempre de las subastas que, como todas las pujas, es un sistema impredecible que está abocando a las amenazas de deslocalización y a que la producción se desplace hacia otros países europeos. Y no solo europeos, porque si observamos lo que se hace en otros continentes, vemos que en Estados Unidos, por citar casos concretos, los costes de su energía industrial son la mitad que la media europea. En China son una quinta parte menor y encima, como todos ustedes saben, con un alarmante problema de dumping que está amenazando muy seriamente a nuestras plantas de producción de acero, que hoy están sufriendo los trabajadores de la Acería Compacta de Bizkaia en Euskadi. En Oriente Medio el desfase es aún mayor, de ahí que en la producción de aluminio, por ejemplo, vaya a implantarse una macroplanta de Alcoa, que es una multinacional que también tiene factorías en Asturias y en Galicia.

Por todo ello, esta cuestión relativa a nuestra industria básica electro-intensiva, necesita de medidas urgentes y prioridad absoluta porque responde a una cuestión de gran interés general. De ahí que haya formulado una proposición no de ley que tiene tres puntos para los que reclamo el apoyo de la Comisión. En primer lugar, instamos a favorecer la competitividad de las industrias básicas electro-intensivas, metalurgia, siderurgia, cemento, gases industriales, química y otros, mediante el establecimiento de un nuevo sistema de suministro eléctrico de precio competitivo, estable y predecible, tanto en lo referente al resultado del mercado eléctrico como a los costes regulados y carga fiscal, para disponer de unos costes energéticos semejantes a los que podrían obtenerse en otros mercados, que permitan a las industrias españolas lograr una estructura de costes adecuada para competir en igualdad de condiciones con las industrias europeas. En segundo lugar, la adopción de medidas de emergencia para fijar con carácter inmediato una tarifa eléctrica que proteja la competitividad de la industria básica española intensiva en consumo eléctrico, con objeto de frenar el proceso ya iniciado de deslocalización de producciones en el sector de la metalurgia nacional, con las consiguientes pérdidas de empleo y cierres de centros de producción por no contar con costes energéticos equivalentes a los que pagan otros competidores europeos. Finalmente, en el tercer punto, la proposición de Foro insta al Gobierno a acometer con urgencia la reforma estructural del sistema de costes energéticos para favorecer la competitividad del conjunto de la sociedad española, desde los hogares y los pequeños consumidores domésticos a los medianos y grandes consumidores industriales, evitando que la situación actual, con España a la cabeza de las tarifas eléctricas más caras de la Unión Europea, a pesar de nuestro poder adquisitivo inferior al de muchos de los países miembros, condene a nuestro país a convertirse progresivamente en un gueto caracterizado por el paulatino desmantelamiento de sectores clave para la economía española. Concluyo, señor presidente, reclamando su apoyo a los miembros de la Comisión, porque no podemos asistir impasibles a las amenazas de deslocalización de nuestras industrias y, por tanto, es inaplazable el fomento de su competitividad. Eso pasa, sin la menor duda, por unos costes energéticos homologables con los de los países europeos competidores.

Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Martínez Oblanca.