Blog de FORO en las Cortes Generales
XI Legislatura (13 de enero de 2016 - 2 de mayo de 2016)
110 dias: la Legislatura más corta de la Democracia
Autor: Isidro Martínez Oblanca (Diputado)
sábado, 20 de febrero de 2016
La reunión con la Cofradía de Pescadores en la prensa
La reunión con los representantes de la Cofradía de Pescadores "Virgen de las Mareas" (Avilés) en la prensa asturiana.
viernes, 19 de febrero de 2016
Cofradía "Virgen de las Mareas" (Avilés)
Esta tarde mantuvimos una reunión con varios miembros de la Cofradía "Virgen de las Mareas" (Avilés) para conocer los problemas de nuestros pescadores, que son muchos, muy complejos y de los que dependen muchas familias.
Estuve acompañando a Juan Carlos Fernández, presidente de FORO en Avilés, y Carmen Fernández, diputada autonómica.
Tocata y fuga de Javier Fernández (artículo de Cristina Coto)
Tocata y fuga de Javier Fernández
El presidente del Principado, Javier Fernández, de profesión ingeniero de minas y de vocación anacoreta, sufre cada dos semanas la dura penitencia de abandonar su sufrido descanso para salir de su guarida de la calle Suárez de la Riva y cruzar el túnel que comunica Presidencia y la Junta General para someterse a los desagradables debates parlamentarios, a la única sesión de control en la que la oposición puede obligarle a abandonar su afición a cabildear y traerle al incómodo terreno de la política e invitarle a hablar sobre Asturias, nuestro querido país al que él mismo un día no muy lejano prometió convertir en la Alemania de España.
Los asesores del presidente procuran protegerle cuanto pueden preparándole unos completos dosieres, no de los logros del Gobierno del Principado, que son más difíciles de localizar que las revolucionarias ondas gravitacionales que vaticinó hace cien años Einstein, sino de las declaraciones y propuestas hechas por los portavoces interpelantes, para que la sesión se convierta en un ejercicio de control del Gobierno a la oposición y no al revés, que es la finalidad de las sesiones de control. La verdad es que tenemos que agradecer al equipo de sabios asesores presidenciales que nos refresquen la memoria con las antologías que elaboran para Javier Fernández, siempre sobre los demás, nunca sobre sí mismo. La última de estas interesantes antologías estuvo dedicada al entonces senador, Isidro Martínez Oblanca, y al actual ministro de Economía, Luis de Guindos.
Lógicamente, las antologías del equipo presidencial de asesores no están preparadas para atenerse a la cuestión planteada sino para descentrar el debate y huir por el atajo de la descalificación. Sus asesores están forjando la personalidad de Javier Fernández como un aventajado insultador, por muchas metáforas que fabriquen para disfrazar sus improperios. Es tan variada la imaginación del equipo presidencial que no hay temas ni géneros literarios que se escapen a sus mofas. La última se apoyó en la Apocalipsis bíblica, para que no se diga que Javier Fernández es un socialista agnóstico. A mí me dedicaron injuriosamente, por boca de Javier Fernández, la condición de miembro («miembra», según Bibiana Aído) de una secta que, paradójicamente, al mismo tiempo les parecía un cadáver, en cita pedante de un poeta peruano. Pero aquí se les fue la mano a los asesores del insultador y cometieron un imperdonable error: olvidaron la conseja cervantina de no mentar nunca la soga en casa del ahorcado.
Resulta que yo le preguntaba por la decadencia de Asturias y las medidas para su recuperación. Para mí Asturias es infinitamente más importante que el PSOE y que Foro. Asturias debería de importarnos a todos mucho más que el futuro personal de Javier Fernández o el mío propio, porque en política lo verdaderamente importante es el interés general del país, no la salud de los partidos políticos o de sus dirigentes, como piensan los ínclitos asesores que le preparan a Fernández sus filípicas. No engañan a casi nadie; en la memoria de los asturianos están muy vivos los datos catastróficos de nuestra situación socioeconómica y en mi intervención exhibí la portada de EL COMERCIO del pasado 29 de enero con los grandes titulares anunciando que «Asturias mantiene la tasa de actividad más baja de España. El descenso del paro en 2015, según EPA, fue el menor de todo el país». Llevamos más de una década por esta senda del despoblamiento, del declive económico y de la divergencia en la creación de empleo respecto del resto de España, como acredita tozudamente el INE, trimestre tras trimestre.
Mal que les pese a los anónimos negros que lo jalean, la llegada de Javier Fernández a la presidencia del Principado en 2012 aceleró aún más esta decadencia, reconocida unánimemente, incluso por sus más fervientes corifeos. Con estos indicadores de la degradación de Asturias convertidos en síntomas inequívocos de un proceso crónico, y con las serias amenazas que pesan sobre nuestros sectores industriales básicos de la metalurgia, la construcción naval, el cemento o la minería, es intolerable refugiarse en un despacho de anacoreta huyendo del mundanal ruido de la crisis como hace Javier Fernández. Pero aún más intolerable que volver la cara a los problemas es huir del Parlamento y pervertirlo con el espantapájaros del descrédito político y mediático, para ocultar que el Gobierno del Principado, con su presidente a la cabeza, no levanta un dedo para defender a Asturias; ni siquiera mueve un labio para denunciar los atropellos a los asturianos.
Las incursiones de Javier Fernández en el terreno de la escatología no ofenden a quienes cumplimos con la obligación de emplazarle parlamentariamente a trabajar y a hacer sus deberes. Como reza la cita famosa, «manos blancas no ofenden», y palabras necias mucho menos, añado yo. Lo trascendente para los asturianos es que un gobierno incompetente, dirigido por un presidente indolente que sustituye el trabajo por discursos ofensivos e insultantes, está llevando a Asturias a la defunción socioeconómica. La tocata y fuga de Javier Fernández que sus asesores componen cada dos semanas para que se luzca como supuesto orador erudito y se defienda de las críticas de la oposición con la descalificación no es el camino del cambio para sacar a Asturias de la decadencia. Realmente, es la oración fúnebre de unos enterradores o el réquiem para una defunción. Por encima de su zafiedad, y hasta machismo, las intervenciones parlamentarias de Javier Fernández son certificados de la calamidad que está llevando a pique a Asturias. Renuncio a ponerle un calificativo al papel fúnebre del irresponsable.
El presidente del Principado, Javier Fernández, de profesión ingeniero de minas y de vocación anacoreta, sufre cada dos semanas la dura penitencia de abandonar su sufrido descanso para salir de su guarida de la calle Suárez de la Riva y cruzar el túnel que comunica Presidencia y la Junta General para someterse a los desagradables debates parlamentarios, a la única sesión de control en la que la oposición puede obligarle a abandonar su afición a cabildear y traerle al incómodo terreno de la política e invitarle a hablar sobre Asturias, nuestro querido país al que él mismo un día no muy lejano prometió convertir en la Alemania de España.
Los asesores del presidente procuran protegerle cuanto pueden preparándole unos completos dosieres, no de los logros del Gobierno del Principado, que son más difíciles de localizar que las revolucionarias ondas gravitacionales que vaticinó hace cien años Einstein, sino de las declaraciones y propuestas hechas por los portavoces interpelantes, para que la sesión se convierta en un ejercicio de control del Gobierno a la oposición y no al revés, que es la finalidad de las sesiones de control. La verdad es que tenemos que agradecer al equipo de sabios asesores presidenciales que nos refresquen la memoria con las antologías que elaboran para Javier Fernández, siempre sobre los demás, nunca sobre sí mismo. La última de estas interesantes antologías estuvo dedicada al entonces senador, Isidro Martínez Oblanca, y al actual ministro de Economía, Luis de Guindos.
Lógicamente, las antologías del equipo presidencial de asesores no están preparadas para atenerse a la cuestión planteada sino para descentrar el debate y huir por el atajo de la descalificación. Sus asesores están forjando la personalidad de Javier Fernández como un aventajado insultador, por muchas metáforas que fabriquen para disfrazar sus improperios. Es tan variada la imaginación del equipo presidencial que no hay temas ni géneros literarios que se escapen a sus mofas. La última se apoyó en la Apocalipsis bíblica, para que no se diga que Javier Fernández es un socialista agnóstico. A mí me dedicaron injuriosamente, por boca de Javier Fernández, la condición de miembro («miembra», según Bibiana Aído) de una secta que, paradójicamente, al mismo tiempo les parecía un cadáver, en cita pedante de un poeta peruano. Pero aquí se les fue la mano a los asesores del insultador y cometieron un imperdonable error: olvidaron la conseja cervantina de no mentar nunca la soga en casa del ahorcado.
Resulta que yo le preguntaba por la decadencia de Asturias y las medidas para su recuperación. Para mí Asturias es infinitamente más importante que el PSOE y que Foro. Asturias debería de importarnos a todos mucho más que el futuro personal de Javier Fernández o el mío propio, porque en política lo verdaderamente importante es el interés general del país, no la salud de los partidos políticos o de sus dirigentes, como piensan los ínclitos asesores que le preparan a Fernández sus filípicas. No engañan a casi nadie; en la memoria de los asturianos están muy vivos los datos catastróficos de nuestra situación socioeconómica y en mi intervención exhibí la portada de EL COMERCIO del pasado 29 de enero con los grandes titulares anunciando que «Asturias mantiene la tasa de actividad más baja de España. El descenso del paro en 2015, según EPA, fue el menor de todo el país». Llevamos más de una década por esta senda del despoblamiento, del declive económico y de la divergencia en la creación de empleo respecto del resto de España, como acredita tozudamente el INE, trimestre tras trimestre.
Mal que les pese a los anónimos negros que lo jalean, la llegada de Javier Fernández a la presidencia del Principado en 2012 aceleró aún más esta decadencia, reconocida unánimemente, incluso por sus más fervientes corifeos. Con estos indicadores de la degradación de Asturias convertidos en síntomas inequívocos de un proceso crónico, y con las serias amenazas que pesan sobre nuestros sectores industriales básicos de la metalurgia, la construcción naval, el cemento o la minería, es intolerable refugiarse en un despacho de anacoreta huyendo del mundanal ruido de la crisis como hace Javier Fernández. Pero aún más intolerable que volver la cara a los problemas es huir del Parlamento y pervertirlo con el espantapájaros del descrédito político y mediático, para ocultar que el Gobierno del Principado, con su presidente a la cabeza, no levanta un dedo para defender a Asturias; ni siquiera mueve un labio para denunciar los atropellos a los asturianos.
Las incursiones de Javier Fernández en el terreno de la escatología no ofenden a quienes cumplimos con la obligación de emplazarle parlamentariamente a trabajar y a hacer sus deberes. Como reza la cita famosa, «manos blancas no ofenden», y palabras necias mucho menos, añado yo. Lo trascendente para los asturianos es que un gobierno incompetente, dirigido por un presidente indolente que sustituye el trabajo por discursos ofensivos e insultantes, está llevando a Asturias a la defunción socioeconómica. La tocata y fuga de Javier Fernández que sus asesores componen cada dos semanas para que se luzca como supuesto orador erudito y se defienda de las críticas de la oposición con la descalificación no es el camino del cambio para sacar a Asturias de la decadencia. Realmente, es la oración fúnebre de unos enterradores o el réquiem para una defunción. Por encima de su zafiedad, y hasta machismo, las intervenciones parlamentarias de Javier Fernández son certificados de la calamidad que está llevando a pique a Asturias. Renuncio a ponerle un calificativo al papel fúnebre del irresponsable.
(Publicado en El Comercio)
El trágico caso de Hodei Egiluz
Han
encontrado en el río Escalda el cadáver de Hodei Egiluz, un joven vasco de 23
años que desapareció en Amberes (Bélgica) el 19 de octubre de 2013 donde trabajaba
como ingeniero informático. Desde
aquella fecha sus familiares y amigos, junto con los vecinos de Galdakao, se
movilizaron para tratar de encontrar pistas sobre el caso y evitar que cayera
en el olvido. Por el Senado estuvo en Octubre de 2014 (foto inferior) el padre de
Hodei en su intenso y continuado recorrido por organismos e instituciones para
recabar apoyos en la búsqueda de su hijo. La Cámara Alta aprobó una
Declaración en la que pidió continuidad a las
autoridades belgas para mantener "la dedicación y el esfuerzo” en la búsqueda
del desaparecido.
Ahora
con el trágico hallazgo del cadáver de Hodei finaliza una pesadilla que fue
compartida por muchísimas personas y que demostró una gran dosis de solidaridad. Quedará
para siempre la lucha entregada y tenaz de su gente. Restan por aclarar las circunstancias
de la desaparición y muerte del joven ingeniero.
Mi
apoyo sincero en estos tristes momentos para los padres y todo el entorno de familiares, amigos y vecinos de Hodei
Egiluz.
Sobre una calle de Amberes quedó esculpido un poema de Stijn Vranken que dice:
"En el atardecer de Amberes / en la ribera del río / al ocultarse el sol / estamos contentos / aunque sea una dura situación, / porque os sentimos con nosotros / al expresar este clamor: / Hodei, te queremos en casa. / Hemos venido a buscar a Hodei, / aunque no somos muchos / la cuadrilla es estupenda / y en Amberes hemos encontrado / gente sincera y de corazón, / muy cercana a nosotros. / La visita es extraordinaria; / gracias a todos por venir".
Sobre una calle de Amberes quedó esculpido un poema de Stijn Vranken que dice:
"En el atardecer de Amberes / en la ribera del río / al ocultarse el sol / estamos contentos / aunque sea una dura situación, / porque os sentimos con nosotros / al expresar este clamor: / Hodei, te queremos en casa. / Hemos venido a buscar a Hodei, / aunque no somos muchos / la cuadrilla es estupenda / y en Amberes hemos encontrado / gente sincera y de corazón, / muy cercana a nosotros. / La visita es extraordinaria; / gracias a todos por venir".
jueves, 18 de febrero de 2016
World Press Photo
miércoles, 17 de febrero de 2016
El fotógrafo Joan Fontcuberta
En la Sala Canal de Isabel II
(Madrid) hay una exposición del fotógrafo Joan Fontcuberta hasta el 27 de
marzo. Descubrí por casualidad los trabajos de Fontcuberta a finales de los
años ochenta en una increíble muestra titulada “Fauna Secreta” que, junto con
Pere Formiguera como coautor, se exponían en el Museo de Zoología (Barcelona).
Había que ver las vitrinas con
especímenes disecados, leer los paneles explicativos y escuchar los sonidos
varias veces porque, para general sorpresa, correspondían a animales
desconocidos encontrados en el laboratorio del naturalista alemán Peter
Ameisenhaufen. Todo era fruto de la imaginación y el trabajo de Fontcuberta y
Formiguera, pero la presentación y el lugar elegido para la muestra eran tan
magníficos que generaban la duda razonable de los visitantes.
Ahora en Madrid se expone una
selección de los diversos y magníficos trabajos que Fontcuberta emprendió tras aquel gran éxito
de Barcelona que tuve la enorme suerte de ver. Merece la pena.
martes, 16 de febrero de 2016
Visitas
Me agrada muchísimo que los compañeros de FORO vengan a hacerme una visita porque es una oportunidad para mostrarles personalmente el Hemiciclo y otras dependencias del Congreso de los Diputados que, al igual que el Senado, rezuman historia. Además siempre hay oportunidad de descubrir algún pequeño detalle o de topar algún cuadro u obra de arte de firma reconocida. Esta mañana tuve la ocasión de acompañar a Sergio Huerta Rubio, uno de los miembros de FORO JOVEN, que es un gran colaborador y entusiasta de nuestro partido.
lunes, 15 de febrero de 2016
En los estudios de EsAsturias TV
Esta tarde con Bernardo Solís en los estudios de EsAsturias TV, una televisión temáticas asturiana que emite su señal a través de Telecable. Con la que está cayendo en el mundillo del periodismo, me admira el esfuerzo de la gente que empieza una empresa mediática y que utiliza la imaginación para suplir la escasez de recursos económicos. En esta nueva emisora de televisión también tienen un programa dedicado al rugby, uno de mis deportes favoritos.
domingo, 14 de febrero de 2016
Carlos Rubiera, "Asturianaes II"
En Junio, Carlos Rubiera dejó la Concejalía de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Gijón y más recientemente se prejubiló de maestro. Ahora disfruta de más tiempo libre y esta tarde-noche nos mostró en el Teatro Jovellanos su último gran trabajo, "Asturianaes II", para lo que se rodeó de seis grandes músicos y se arropó de la Coral Polífonica “Anselmo Solar”, del grupo folclórico 'Los Xustos', de una soprano y del tenor gijonés Gonzalo Quirós. Hermoso concierto el que disfrutamos.
Carlos lleva más de cuatro décadas dando lo mejor de sí mismo en favor de la cultura asturiana. Su incorporación a FORO en 2011 supuso una gran aportación para elaborar el programa electoral con el que conseguimos unos grandes resultados autonómicos y municipales. Su paso como concejal fue intachable por mucho que los adversarios políticos trataran de menospreciar su labor.
Carlos Rubiera está ligado a la mejor cultura de Asturias.
Esperanza Aguirre, política indispensable
He tenido la gran suerte de
trabajar cerca de Esperanza Aguirre. Ella fue presidenta del Senado al tiempo
de que yo era portavoz adjunto del Grupo Popular. Siempre recordaré el momento intenso de todo el Senado, todo, puesto en pié, al despedirla con un aplauso
enorme y sincero cuando renunció a la presidencia de la Cámara Alta para disputar la
presidencia de la Comunidad Autónoma
de Madrid.
Esperanza es una política
indispensable. Es de esas personas que afronta los retos mirándolos de frente y
no se esconde jamás cuando las cosas vienen mal dadas. Su dimisión como
presidenta del PP de Madrid corrobora que estamos ante alguien que no escurre
el bulto cuando se desvelan las andanzas de algunos de sus colaboradores en la
trastienda de la organización regional. No se alberga la más mínima duda sobre el
comportamiento de Aguirre, pero sí que existen sobre aquellos en los que
depositó responsabilidad para llevar la organización madrileña y que se aprovecharon de ello. Bien por
Esperanza.
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