DIARIO DE SESIONES. Debate de Investidura.
4 de marzo de 2016
El señor PRESIDENTE: (...) El señor Martínez tiene la palabra.
El señor MARTÍNEZ OBLANCA: Señor presidente, hemos asistido al debate de investidura de un
candidato que ya sabía de antemano que no sería investido y que acudió a esta Cámara a hacer el paripé;
un hecho muy negativo, sin precedentes en los anales de nuestra historia parlamentaria.
No puede extrañar que la falta de respeto del señor Sánchez a esta Cámara se extendiera a alguno
de los portavoces intervinientes, como quién les habla en nombre de Foro. Usted se mostró muy dispuesto
a hablar de Cataluña, Euskadi, Galicia, Valencia, pero sobre Asturias, la comunidad autónoma inmersa en
el más profundo proceso de decadencia de España, como señalan todos los indicadores estadísticos
oficiales, solo vertió chascarrillos, señor Sánchez. Es el mejor anticipo de la España insolidaria, de las
desigualdades que apadrinan los señores Sánchez y Rivera, tanto monta, monta tanto.
Tampoco se puede basar una oferta de cambio para España en un eslogan ramplón: Rajoy, no. Juntos
por el no. Nosotros somos la solución. También son preocupantes las ínfulas regeneradoras de quienes comienzan por faltar a la palabra dada a los electores y terminan por soslayar que la corrupción es la
sanguijuela de los Gobiernos con objeto de imponer su ley del embudo y echar una manta zamorana
sobre lo que sucede en una Asturias gobernada por el PSOE, trufada por la corrupción que salpica a
consejeros, directores generales, alcaldes, alcaldesas, gestores culturales e incluso también a autoridades
portuarias y hasta a sindicalistas; todos ellos personajes de pura estirpe socialista, aunque el telón de la
cordillera Cantábrica prive al resto de los españoles de tan edificante espectáculo.
Esta es la síntesis de la candidatura del señor Sánchez: Paripé de debate, falta de respeto a diputados,
desigualdades entre españoles y ley del embudo contra la corrupción. Escuchando sus intervenciones,
señor Sánchez, me pareció usted un digno émulo del alcaraván zancudo: Para otros, consejo; para sí, no
tuvo, como así reza el sabio refrán español.
Concluyo, señor presidente, reiterando en nombre de Foro el rechazo a su investidura. Y por aquello
de dime de qué presumes, que todos recordamos en televisión, solo me queda una duda final: Si el señor
Sánchez es —entrecomillo para los taquígrafos— una persona decente. (Aplausos.—Rumores).