lunes, 7 de marzo de 2016

Visitas

Me gusta mostrar a la gente el Congreso de los Diputados. No solo no me importa dedicar un tiempo a acompañar a los amigos, compañeros o conocidos que aprovechan que pasan por Madrid o que viven en la capital de España para conocer nuestro Parlamento, sino que me resulta muy placentero e instructivo. Ya lo hacía en el Senado. 

Estas visitas me agradan por dos razones: la primera, porque siempre es un placer tener la oportunidad de conversar con la gente y si son amigos mejor; pero es que, además, conviene empaparse de la admiración que las obras de arte, los elementos históricos, las dependencias, la excepcional biblioteca y, por supuesto, el hemiciclo, despiertan entre los visitantes. A veces, con el paso del tiempo y la propia rutina, los que disfrutamos del privilegio de ser "padres de la patria" acabamos por no dar el valor que alberga todo el Palacio de la Carrera de San Jerónimo y todo lo que ha representado en la vida de los españoles, así que estas visitas me hacen revalorizar el impresionante escenario donde tengo mi escaño. 

En la foto, tomada en una de las salas de prensa del edificio de ampliación del Congreso, aparecen Patricia Gil, Lucía Carande y Pelayo Vázquez, tres estudiantes universitarios con los que compartí uno de esos hermosos recorridos por las estancias que forman parte de la Historia de España.