"Los tres hombres se levantaron furiosos mirando hacia arriba, y aun recibieron en la cara un puñado de monedas.
- ¡Tomad vuestro dinero! -decía con desprecio el muchacho, asomado a la claraboya-; yo no acepto limosna de quienes insultan a mi patria".
(Corazón, El pequeño patriota paduano)
En 1886, Edmondo de Amicis, escritor y político italiano, publicó "Corazón, Diario de un niño", un libro delicioso que debería ser de lectura obligada en nuestros escolares. Es muy pro-italiano y refleja la sociedad de la época.
Ayer me acordé de uno de los capítulos de ese libro, titulado "El pequeño patriota paduano", en el que un niño necesitado recibe dinero de unos individuos extranjeros a los que, poco después, acaba arrojándoles las monedas tras escucharles hablar mal de Italia, su pais.
El capítulo me vino a la memoria cuando lei las informaciones de lo sucedido en plena Plaza Mayor de Madrid con unos impresentables seguidores del PSV Eindhoven holandés que se burlaron de unas pobres mujeres rumanas lanzándoles monedas y haciéndolas arrastrarse por el suelo para conseguirlas. Siento enormemente haber visto unas fotos de la escena porque, desgraciadamente, era contemplada por un amplio corro de gente. Hoy la embajada holandesa en España ha lamentado el hecho que, desgraciadamente, no es esporádico.
Siempre habrá pobres a los que dar una moneda y siempre habrá desalmados que se burlen de ellos. Me alegra muchísimo haber leído de niño la obra de De Amicis.