Al fin ha habido un acuerdo sobre la distribución de los 350 escaños del Congreso de los Diputados. Aún no sé exactamente cual de los 14 puntos negros del gráfico me corresponden pero, en cualquier caso, esta distribución es muchísimo mas racional que la que aprobó la Mesa de la Cámara hace algunas semanas y que motivó la queja del Grupo Parlamentario de Podemos que se sentían -yo creo que con mucha razón- relegados al "gallinero".
¿Es importante la posición del escaño? Sí por muchas razones y entre ellas la necesidad de que los líderes de los diferentes Grupos tengan visibilidad. No olvidemos tampoco la importancia de las imágenes en la política del siglo XXI, como tampoco cabe despreciar la estética de los diferentes Grupos.
Lo peor del episodio del reparto físico de los escaños es la sensación de que el acuerdo inicial se hizo sin tratar de buscar un acuerdo generalizado y ese es un detalle importante que la Mesa debió cuidar. El 'pancho' se lo endosaron injustamente a Celia Villalobos que fue la que dio la cara aunque todo apunta que la autoría era socialista. Pero, en definitiva, el nuevo reparto de escaños corrige los errores y todos tan contentos.
En la anterior Legislatura, los del Grupo Mixto modificamos unas cuantas veces nuestra situación en el Hemiciclo del Senado. A lo largo de cuatro años yo hice frontera con senadores de Izquierda Unida, Partido Popular, Unión del Pueblo Navarro, Asambleas Municipales de Fuerteventura y Podemos. Pese a las discrepancias ideológicas, tengo la impresión de que con todos fui un buen vecino de escaño.
