miércoles, 13 de enero de 2016

Diputado


Con mi jura de la Constitución en el Congreso he alcanzado la condición de diputado. Estoy emocionado y agradecido. Tanto que he enviado unos cuantos guasaps a algunos de mis contactos para agradecer su ayuda y también lo he colgado en Facebook aunque en esta vorágine siempre quedará mucha gente olvidada. Les pido perdón y, si me conocen bien, saben que es mi despiste congénito y nunca el producto de mala intención.



La Sesión Constitutiva ha sido pesada y, al final, el acto de juramento a la Carta Magna, circense por mor de los discursitos ad hoc de los diputados de Podemos, ERC y algún otro.
Fui temprano al hemiciclo para coger sitio. Pretendía hacerlo en el mismo escaño que ocupó estos pasados años mi compañero Enrique Alvarez Sostres pero los de Ciudadanos ya habían depositado unas carpetas naranjas y tuve que acomodarme en la proximidad del Grupo Popular. A mi lado se sentaron los dos diputados de UPN.

Lo más significativo de la sesión (muy larga y pesada por la cantidad de votaciones nominales) fue el grotesco espectáculo de los diputados que utilizaron fórmulas "particulares" para jurar o prometer la Constitución. Yo no estoy muy seguro de la legalidad de muchos de los discursitos que perpetraron cuando fueron llamados a manifestar el juramento o promesa, pero en la Mesa de la Cámara sabrán. A mí, que juré la Carta Magna (la séptima vez desde 2011...), no me amargaron un día de personal felicidad.